Aunque parece que la gasolina ha dado un respiro a los conductores españoles, manteniéndose más o menos estable durante la última semana, la inestabilidad en Oriente puede agravar nuevamente la situación en el sector. Los precios de los combustibles están influenciados por una serie de factores, como los impuestos, costos de las materias primas y los márgenes de ganancia, entre otros

En cuanto al precio del petróleo crudo, actualmente se cotiza en torno a 91,50 dólares por barril, con la expectativa de oscilar entre 85 y 95 dólares a corto plazo. Esto se debe a la volatilidad en Oriente Medio, especialmente si el conflicto entre Israel y Hamás involucra a Irán, lo que podría tener un impacto más que significativo en los precios.

La guerra es la clave

Irán ha aumentado sus exportaciones de petróleo crudo, convirtiéndose en una de las más importantes fuentes de suministro a nivel mundial. Sin embargo, endurecer las sanciones de EEUU contra Teherán podía poner en riesgo el suministro de petróleo, aumentando los niveles a niveles imposibles de costear.

Hasta 150 dólares el barril, un 50% más caro que ahora

El escenario más adverso involucra una interrupción en el Estrecho de Ormuz, lo que llevaría el petróleo crudo a precios por encima de los 120 o incluso 150 dólares por barril. Esto dañaría significativamente la economía mundial, provocando una inflación aún mayor.  Sin embargo, la consultora energética nacional apela a la prudencia, ya que no existen pruebas concluyentes de la implicación de Irán en el conflicto actual. Además, se destaca que Arabia Saudita y otros países de la OPEP+ tienen capacidad de sobra para compensar posibles interrupciones en el suministro de petróleo.

En resumen, el aumento de los precios del petróleo crudo tiene un impacto directo en los precios de la gasolina y el diésel, lo que afecta a los consumidores y a la economía en general. La situación en el Medio Oriente, especialmente con Irán, es un factor de riesgo que podría llevar a un aumento significativo en los precios del petróleo crudo y, por lo tanto, en los combustibles. La prudencia y la preparación en los mercados son clave para afrontar estas situaciones.