El agujero fiscal en el sector de los carburantes está en aumento, y la Agencia Tributaria ha puesto cifras precisas a este problema que ya afecta a las finanzas públicas. Según el informe anual emitido por el Gobierno, en 2022 se detectaron alrededor de 700 millones de euros en fraude fiscal en el sector de los carburantes o, lo que es lo mismo, un 6% de la recaudación total del impuesto de hidrocarburos.
A pesar de que en el último año se registró un aumento de la recaudación de dicho impuesto, este crecimiento fue más lento que en 2021. Uno de los principales factores que han influido en este resultado ha sido el aumento descontrolado de los precios de los carburantes, que han alcanzado máximos históricos.
El sector pide medidas para combatir las empresas piratas
El sector de los carburantes ya ha manifestado en más de una ocasión su preocupación, y ha solicitado medidas que combatan el crecimiento de esas empresas piratas, que contribuyen al fraude fiscal. Alegan que la falta de cumplimiento tributario en el sector no sólo perjudica a las arcas públicas, sino que, además, crea un ambiente de competencia desleal que afecta e interfiere en el trabajo de aquellas empresas que sí actúan de manera legítima y según las normas.
Buscando soluciones
Para poner fin a este problema, el gobierno, las autoridades fiscales y el sector de los carburantes deberán ponerse de acuerdo e implementar medidas de control más efectivas, que faciliten la detección y sanción de las empresas piratas. Además, es necesario concienciar a los usuarios de la importancia del consumo de carburantes provenientes de un establecimiento autorizado.
En resumen, el fraude fiscal en el sector de los carburantes presenta un desafío que requiere atención y solución inmediata. Ha sido la Agencia Tributaria la que ha revelado la magnitud del problema, y es crucial que se ponga fin pronto a esta descontrolada situación.
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